Eterna vida de milagros cotidianos.
Vuelvo, de donde vine, expectante.
Confiando en la gloria, sin temores.
Vuelvo con polvo de estrellas en los ojos.
Batiendo las alas cual polluelo sediento,
hambriento, incauto y esperanzado,
en su eterno proveedor, sale a la vida.
Y en su nido espera.
Vuelvo a la vida… sabia, loca vida.
Tal como yo, algo sabia, más vehemente.
Como adolescente impetuosa en traje ajado
Mística…a veces.
Vuelvo solo para ver crecer mis sueños
los que olvido guardó en el cofre mágico.
Mente añeja lúcida e implacable.
Solo vuelvo, para recobrar mi luz.
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