Constantemente nos llegan reflejos que se transforman en poesía, una imagen, una voz, un recuerdo, un paisaje y en esos reflejos hay un alguien irreconocible, sin rostro... pero existe.
jueves, 24 de agosto de 2017
ESTÁN CONMIGO AQUÍ Y AHORA
ESTÁN CONMIGO AQUÍ Y AHORA
Hoy traje un bagaje de sombras ardientes.
La niña solitaria que fue, en dolientes horas
la adolescente temerosa y enigmática,
la muchacha segura, orgullosa de sus logros.
Están conmigo aquí y ahora, con rosas y espinas.
Todas ellas en mi alma, de las que estoy hecha,
Sus sombras ardientes, forman mis luces tenues.
Me iluminan a veces y otras riegan mi cuerpo.
Lagrimas salobres, sobre el pecho mutilado.
tajos, heridas o flores de perfumados pétalos.
Hay vida, mi vida, que mezcla de sensaciones.
Hoy están aquí conmigo, todas estas, que soy y fui.
Yo y mis sombras conjugando mi hoy, insatisfecho.
Me niego a abrigarte esta noche, enemigo interno.
No me seducen tus verrugas crueles disfrazadas
Con rasgos de rebeldía melancólica.
Quizás, siempre han estado, pero hoy, las he llamado.
Actos de rebelde adolescente, con el llanto de niña,
con un grito silencioso, doliente el alma de mujer,
queriendo vivir, o tal vez... renacer
Beatriz Graciela Moyano
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Me resulta un poema bien logrado, amiga. Buen ritmo y discurso. Estupendo!
ResponderEliminarBeso
Gracias mi querido amigo Pichy, como te he dicho en el comentario del otro blog...Alegría inmensa de contar con tus alentadores comentarios. Beso amigo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHermoso poema, sanando la niña para abrir paso a la mujer!
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