ESTABA DORMIDA
Regada de sueños
despertó silenciosa
sin saber, un desvelo
ráfagas y destellos
nubes de contorno sol.
Hay ardientes leños que refractan
iluminando, por el rojizo intenso
que es luz en la oscuridad
y calor invernal para su cuerpo.
Abriga la piel desnuda
deambulando espacios.
Abre las hojas marcadas
del libro aquel donde la historia
escrita continúa.
Lee unos reglones,
observa las imágenes y
se sitúa en los espacios
con los ojos nublados de asombro.
Casi feliz, inventando brisas,
de oleajes inconsumados.
Los besos se deslizan inexorables
hacia donde los abraza el cielo.
La luz se esfuma, duele,
es noche cerrada y larga
sin amparo posible.
Vuelve al lecho tibio
sueños mágicos tendrá quizás,
palpitar impiadoso, deseos
y la boca entreabierta.
Siente que él la besa.
Beatriz Graciela Moyano
Julio-2013
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