No digas nada
Abrázame hoy, siénteme.
Haré silencio para que escuches,
solo mi respiración y los latidos.
Nuestro amor no requiere respuestas
vive en una llama incesante.
No diré nada.
Cuando estás conmigo y en mi,
puedo superar los avatares de amarte,
como siempre, como antes de ver florecer los ceibos.
Retener juntos la noche con las manos apretadas,
ser la mariposa esquiva de tus deseos
para que me atrape la conquista,
de tu boca en besos.
Poseemos el tiempo
un mundo de esperanza y asombro,
porque no esperamos más que ese rojo
del ceibo florecido para caminar de la mano,
hasta que el día se convierta en esa
larga noche, que viene a llevarnos,
dormidos… juntos.
Beatriz Graciela Moyano
17-11-12
LINDÍSIMO!!!!!!! Y que lujo de metáforas, felicitaciones!
ResponderEliminarGracias por tu visita linla! Un beso
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