LA FRASE
"Lo repetiste tantas veces, que me convenciste, ya no te amo" L.V.G.
En aquel tiempo, ríos salados circularon sus venas y penetraron en las grietas justo en medio del pecho, quedó una línea, cicatriz nacarada y con el correr de los tiempos capitalizó en su favor. Vana ilusión, nada... Todo olvido. En el hoy, cuentan cuatro décadas de esa nada, todo olvido. El viento zonda vino a soplar las cenizas y puso al descubierto lugares y situaciones, entonces, se recuesta en el sillón de pensar, repasa algunos sitios que salen al recate del cruel olvido. Descubre que todo se encontraba allí, al resguardo del tiempo, apareció un vehículo antiguo, rojo, con momentos lacrados en filigranas de roces amorosos, resecos como los ciclos vencidos. En unos días giraron evocaciones, pensadas soñadas y ese viento en su soplar limpió unas pocas fotos polvorientas, testimonios estáticos del ayer. Todo fue mental, encuentro, desencuentro y montañas de malos entendidos y temores. Los recuerdos dictan que todo queda así, como reliquias del pasado.
Beatriz Graciela Moyano
Noviembre 2015
Leer tus escritos es enriquecerse el alma.¡Gracias Betty!
ResponderEliminarGracias a vos, querida amiga, por leer y difundir mis escritos. Un inmenso abrazo
EliminarLeer tus escritos es enriquecerse el alma.¡Gracias Betty!
ResponderEliminarSalió dos veces el comentario Elsi, catalinaladivina. Besos
EliminarSe me da muy bien, amiga. Agradable su lectura. Sabes decir bien y con gusto.
ResponderEliminarBeso
Gracias Pichy. un gusto es contar con tus palabras para mi texto. Besos
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