PODÉ LOS MALVONES
Cortando uno a uno los gajos huecos,
los brotes desorientados
con alguna que otra flor solitaria
puntal de ramas casi muertas,
las vi caer compungidas
se desprendían sin queja
en el mes de Mayo descolorido.
El alma de cada planta
debe sentir los tajos.
Así también los pensamientos
adheridos como tubérculos
se verán como recuerdos, mutilados
sueños rotos y vivencias.
Al son de la tarea, sucumben,
colgajos de ramas desguazadas,
hojas y pétalos yacen sobre el piso
de un balcón apenas iluminado.
El tiempo y los duelos cayeron
como millares de lunas sobre mi pelo.
Los calendarios vencidos, no vuelven.
Ya brotarán con fuerza y gracia, las plantas
ya recobrarán su luz y color los malvones,
grita la esperanza.
Rocío tras rocío, sol de brillo y lluvias
en bendición y frescura.
Podar, extirpar sucesos anómalos,
sin vuelta atrás, es dar lugar a lo nuevo
en toda vida, latido es el beso universal.
Tal vez mañana salga el sol, amor
o llueva quizá, aguaceros de sonrisas,
manantial de besos extraviados
o dulce torrente de abrazos,
si la memoria ha querido retenerlos.
Retoñará el alma y los malvones del balcón.
Beatriz Graciela Moyano
-Junio 2014-
Poema que encuentro discursa con muy buen ritmo y gusto, amiga.
ResponderEliminarTe felicito.
Besos
Gracias Pichi,por tu comentario, siempre tan amable, te extraño amigo, hace rato no compartimos redes. Besos
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