Constantemente nos llegan reflejos que se transforman en poesía, una imagen, una voz, un recuerdo, un paisaje y en esos reflejos hay un alguien irreconocible, sin rostro... pero existe.
sábado, 30 de noviembre de 2013
SABER A OLVIDO
SABER A OLVIDO
¿Recuerdas?
Fui prado húmedo, verde
y piel estremecida, en la otra cara
de la luna eclipsada por el sol.
Aterra saber a olvido.
La vegetación nos contempla
esencialmente despoblada
en presunción de olvido y lejanía.
El paladar insípido, silencio
donde se ocultan las palabras,
Sin ánimo para sorprender, desierta
Sin locura para las sonrías.
Esto no se redime sin verbos,
sin los abrazos del tiempo.
Se borró la risa abierta,
sabiendo a olvido.
Está y se va de todos lados
sin encontrar su lugar.
Ve temblar los colores en los jardines
donde solo existe como flor mustia.
Incierta, sin brillo atenuante.
No llora ni sueña, la renuncia,
el exilio voluntario dejó a la intemperie
los afectos y congeló los efectos.
Todo sabe a sombras, supresión y olvido.
La nostalgia en días de lluvia,
trae la música festiva del recuerdo
mitiga la ausencia
observa las fotos amarillas
donde se ven alegres.
Cómo hallarte entre tanta bruma
sin que confundan el destino
y se apropien del perfume
los jarrones atestados de jazmines
Beatriz Graciela Moyano
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