Entre la bruma silenciosa surge la voz
que prolonga los pasos y alcanza su plenitud.
Son tiempos de cambios, de ciclos consumidos.
Clausura sinrazón, de absurda utopía.
Su propio interior sonríe agasajado.
Una antorcha de luz emerge de esta piel,
sensitiva y cordial consigo misma.
Hoy se reestrena en la sonrisa amplia,
en esa piel luminosa y vehemente.
Fundirse en esos brazos fuertes
de suaves caricias al recorrer cada poro
y adormecer al vértigo que aturde.
Bebiendo el manantial en sus besos
o ardiendo al pie del volcán de su mirada.
Íntegra flor de amor en su amor,
sólido paralelo en lo ancho del camino.
Sutil, real y palpable como una nube,
es el guardián del tiempo concreto,
luz en los días vívidos y soñados.
Con esta nueva piel que está estrenando hoy.
Beatriz Graciela Moyano
09-07-2012-
Rosario-Santa Fe
Argentina
Bien logrado poema, amiga, que discursa muy bien.
ResponderEliminarBeso